La mayoría de los prototipos apuestan por la pantalla a color y táctil, menos Pebble que da preferencia a la autonomía y el tamaño, dejando de lado las funcionalidades más propias de un teléfono móvil.
Es cierto que el diseño del Pebble es demasiado, vamos a llamarlo, deportivo, hasta los Casio con calculadora de toda la vida tenían un aspecto más «elegante», algo que se puede solucionar, parcialmente, cambiando la correa con la que viene por defecto por una metálica o de cuero. El reloj en su conjunto es terriblemente ligero, tan solo 39 gramos, algo que podría considerarse como algo negativo ya que un reloj muy ligero da la sensación de poca calidad, aunque en este caso es solo una sensación pasajera.
En cuanto al funcionamiento, cumple con lo que promete. El Pebble tiene una autonomía de entre 4 y 5 días, dependiendo, claro, del uso que le demos. Este es, probablemente, el aspecto más importante de este tipo de gadgets, ya que no es cómodo tener que cargar móvil y reloj todos los días.
Las pantallas de tinta electrónica también tienen sus limitaciones, ya que no tienen color o escalas de grises, sólo son capaces de mostrar o negro o blanco, lo que no permite mostrar imágenes ni videos, pero tampoco es algo muy relevante en una pantalla de ese tamaño.
La próxima actualización del Pebble va a traer consigo una nueva generación de aplicaciones que podrán hacer consultas a internet a través del móvil, para mostrar información dinámica en tiempo real. En general es un gadget muy recomendable que no dejará indiferente a nadie y que, como mínimo, hará que estés menos tiempo sacando y mirando el teléfono móvil en busca de nuevas notificaciones.
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